Llevo días pensando en algo, que quizás puede sonar en un
principio algo paradójico o quizás contrapuesto, ya que la libertad y la sumisión
son dos términos que parece que no tienen porque ir de la mano pero que he comprobado
que si y voy a intentar explicarlo de la
mejor forma que sé, o pueda, desde mi punto de vista.
No tengo mucha experiencia en el mundo BDSM, pero sí que lo
he vivido de diferentes formas, en casi todas lo que predominaba eran las
claras diferencias entre los dos roles principalmente, en la que la parte
dominante forjaba unas normas, prohibiciones, restricciones etc.… y la parte
sumisa acataba todas ellas sin más ; hasta ahí a mucha gente le puede parecer
normal o lógico, y bueno en ese momento yo también lo veía así. El tiempo quizás
ha hecho que las cosas se me tornen diferentes o también puede ser que la vida me enseña y que voy
aprendiendo diferentes formas de vivir un mismo ambiente y eso me gusta porque
hace que cada día avance y me forje como persona, hace que mi autoestima
aumente y con ello mi seguridad que es muy importante para una sumisa.
Hablando con Mi Amo sobre todo esto (solemos hablar mucho)
intentaba explicarle lo que sentía, lo
bien que me hace esta “libertad” que me otorga, que no es más que un voto de su
confianza. Mucha gente ahora leyendo esto pensara a que me refiero con “libertad”
pues es lo que voy a intentar explicar de la mejor forma posible.
Para mi es importante sentirme libre en algunos aspectos
como puede ser por ejemplo relacionarme con gente, poder conversar ; quizás eso
me sirve para darme cuenta de muchas cosas que rodean al
mundo BDSM; por que en la vida está bien que se te proteja pero a veces el
mejor aprendizaje es el que tu adquieres por experiencias o por lo que ves.
Me gusta siempre contar con la presencia de Mi Amo, se que
siempre está pero Él deja que yo vea las
cosas por mi misma y se encarga muy sutilmente de guiarme por el mejor camino
pero sin prohibir todo aquello habido o por haber; confía en mí y sabe que jamás lo defraudaría y eso ha hecho que me fortalezca como persona y
por consecuente como sumisa.
Todo esto hace que cada día me sienta más orgullosa, feliz y mas fuerte porque ha
recogido un pajarito herido que no tenía ganas de nada y ha hecho sin darme
cuenta y con mucho esmero una persona fuerte y con ganas de seguir aprendiendo
cada día pero siempre a su lado…
Terminare con una frase que me dijo y que ha quedado en mi
mente:
“Eres como un
pajarito en una jaula de oro que tiene la puerta abierta pero solo desea
quedarse dentro”
