lunes, 18 de junio de 2012

Mundos interiores


Casi todas las cosas hermosas del mundo tienden a replegarse en sus propios y pequeños microcosmos. Nuestro primer viaje, es el primer ejemplo. La playa de Gulpiyuri, en la siempre bella costa Asturiana ¿Costa...? Si porque esta rareza geológica no esta a pies del cantábrico, si no en medio de un también bello y verde prado asturiano. A 200 metros del mar, regada con una fina arena blanquecina, y humedecida por el agua del océano, que llega hasta aquí a través de una fosa karstica, creando este reducto de paz y contemplación. Tranquila hasta la meditación y sugerente hasta la sonrisa, esta "desconocida" joya no esta poblada por veraneantes y domingueros, si no mas bien por curiosos y caminantes, respetuosos del mundo que nos rodea.
Tras los obligados minutos de contemplación, se viene a la cabeza una sesión de bondage, lugar en especial tranquilo a ultimas horas de la tarde. Recomendado para sesiones de fotos, en la arena y entre las rocas, sin la molesta brisa marina, y alejados de ojos curiosos, las mas de las veces...
Un paraíso digno de las pirámides, la playa de las catedrales o la mas alta catarata, pero escondido, aquí en este reino de ensueño que nos gusta llamar Asturias.

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